martes, julio 27, 2010

Piden a Gallardón que el Carnicero de Málaga no tenga parque en Madrid

El Plural, - 26 Julio 2010

El malagueño Foro por la Memoria ha mostrado su total desacuerdo a que el Parque de Aluche mantenga esa denominación

I. MARTÍNEZ/EL PLURAL ANDALUCÍA

Arias Navarro dejó 4.300 fusilados en la provincia malagueña

El malagueño Foro de la Recuperación de la Memoria Histórica ha mostrado su total desacuerdo a que el Parque de Aluche, cuyo nombre oficial es Carlos Arias Navarro, mantenga esa denominación. La razón, los 4.300 fusilados por los que Arias Navarro se ganó el mote de Carnicero de Málaga.

A través de una carta abierta dirigida al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, el Foro de la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga muestra su repulsa e indignación en nombre de todas las personas que sufrieron persecución, cárcel y muerte bajo la mano dura de Arias Navarro.

Malagradecido

En su cargo como juez Togado Militar, el carnicerito negó la ayuda a Atilano Lorente González (Presidente del Tribunal Popular de Málaga hasta la toma de la ciudad); el juez Felipe Varea Viniegra y su hijo Pelayo Varea Rodríguez: Los tres ayudaron a Arias Navarro a esconderse durante meses tras el levantamiento e intercedieron por él cuando fue detenido por una patrulla de la FAI. Un año después, los fascistas condenaron a muerte a los Varea y a 30 años de cárcel a Lorente González, ‘El carnicero de Málaga’ agradeció su ayuda quedándose de brazos cruzados.

“Sólo merecen la pena de muerte”

Así arrancó la carrera genocida de Arias Navarro, quien según el documento remitido a Gallardón, dictaba sentencias de muerte en bloques de diez en diez, no dejaba hablar a nadie y solo decía su frase negra: “Los hechos probados y cometidos solo merecen la pena de muerte”

4.300 fusilados

Por su firma pasaron 4.300 personas, muchas de ellas enterradas aún en la fosa común del Cementerio de San Rafael en Málaga. Otros tantos restos han desaparecido y se cree que fueron trasladados al Valle de los Caídos, dejando a las familias de los fusilados con la incertidumbre y la impotencia de no saber dónde están sus familiares

De Málaga a León

Arias Navarro dejó Málaga para sumarse a las fuerzas golpistas del coronel Alonso Vega en las tareas de “limpieza” de la retaguardia, imponiendo penas de muerte a los detenidos. En 1944, Franco lo nombra gobernador civil en León, con el objetivo de eliminar a los maquis.

Carrera de un represor

Y en 1957, su eficacia como represor de la sociedad le lleva al puesto de Director General de Seguridad, teniendo en sus manos todo el aparato represivo de la Dictadura. Después sería alcalde de Madrid (65 -73), Ministro de Gobernación (73-74) y Presidente de Gobierno tras el atentado mortal a Carrero Blanco. Esta última etapa cerró su carrera con las cinco últimas ejecuciones del franquismo, el 27 de septiembre de 1975.

“Vamos a Luche”

El parque lleva el nombre de Arias Navarro desde su inauguración en 1973, pero ha sido conocido siempre como el de Aluche, ya que por ahí pasaba el río Luche y la gente “iba a Luche”, dando también nombre al conocido barrio madrileño. El Foro de la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga pide que se cambie a la denominación popular del parque en detrimento del de Arias Navarro.

El PP se opone al cambio de nombre

Esta misma propuesta fue llevada por el grupo socialista del Ayuntamiento de Madrid en enero de este año. Desafortunadamente no salió adelante gracias a los votos del Partido Popular. En el debate del pleno la concejal del PP, Begoña Larrainzar, titular del distrito de Latina, donde se ubica el parque, defendió la denominación argumentando que Arias Navarro fue conocido como “el alcalde de los parques”, aunque el tiempo ha dejado en la memoria popular su primer mote: ‘El carnicero de Málaga’.

imartinez@elplural.com

http://www.elplural.com/andalucia/detail.php?id=48972

Más de 400 personas en el homenaje a las víctimas del franquismo en Menasalbas


Federación Estatal de Foros por la Memoria, Madrid-Toledo, 24 de julio de 2010

José María Pedreño. “El Gobierno debe ponerse al frente del rescate de la Memoria y de los muertos de todos.”

MÁS DE 400 PERSONAS EN EL HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO EN MENASALBAS

José María Pedreño. “El Gobierno debe ponerse al frente del rescate de la Memoria y de los muertos de todos.”

Cayo Lara: “Los que están en contra del rescate de la Memoria, están a favor de los que ayer apretaron los gatillos.”

Madrid-Toledo, 24 de julio de 2010

Más de 400 personas homenajearon ayer en Menasalbas (Toledo) a los 16 republicanos cuya memoria y restos se rescataron de una fosa común situada en la tapia exterior del cementerio de la localidad. Los trabajos de exhumación comenzaron el día 17 de julio y, pasadas las 9 de la noche de hoy, los familiares tenían la primera oportunidad en 71 años de colocar flores a los asesinados.

Durante el acto, el Presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, José María Pedreño, exigió a las autoridades e instituciones españolas Verdad, Justicia y Reparación para todas las víctimas del franquismo y recordó que “la labor de recuperación debería ser labor del Gobierno”.

En la misma línea, el Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara, que asistió al homenaje, subrayó que “el Gobierno legítimo debería hacer todo el trabajo de recuperación porque todavía muchos están en cunetas y hay que recordar que no es una cuestión de dos bandos, sino de un gobierno ilegítimo que un día dio un golpe de Estado contra un Gobierno legítimo”. Lara añadió que “la Ley de Memoria es positiva pero tardía y corta”. “Esperamos que sea el Gobierno y no las familias quien asuma esta labor y se ponga a la cabeza con todo el aparato judicial. Los que están en contra de ese rescate son los que están a favor de los que ayer apretaron el gatillo”, dijo Lara.

En el acto de homenaje, participaron los familiares de las víctimas Carmen Rodríguez, la nieta de Benigno Gómez Sánchez, y Mario, biznieto de Ladislao Ruíz, orgullosos de su memoria, del rescate y de seguir luchando por los mismos ideales. También estuvieron presentes, entre otros, los representantes del Foro de Castilla de Mancha, Pedro García Bilbao y Emilio Sales, así como el alcalde de San Martín de Montalbán, Justo Barrios, Ayuntamiento que ha prestado todo su apoyo a los voluntarios y voluntarias del Foro por la Memoria durante la exhumación.

Así mismo, estuvo presente, en representación del Gobierno autonómico de Castilla la Mancha, el Delegado de Agricultura y Medio Ambiente, Gustavo Martín Aguado, que mostró su solidaridad y apoyo a familiares de las víctimas y a la labor de la Federación Estatal de Foros por la Memoria. También asistió el Presidente de la Gavilla Verde, Pedro Peinado, asociación que participó en las primeras investigaciones.

La mayoría de los hombres torturados y asesinados el 3 de abril, una vez concluida la Guerra Civil, eran funcionarios públicos y miembros del ejército legal de España. En la fosa han aparecido los restos de 16 personas, pero fueron fusilados 17, los que aparecen a continuación:

• CAMINO MUÑOZ, PATROCINIO “El Hojalatero” – asesinado en Menasalbas en 1939

• CRESPO PECES, LUCIO “El Moreno” – asesinado en Menasalbas en 1939

• ESPINOSA GUTIÉRREZ, LUCIO “El Palanca”- asesinado en Menasalbas en 1939

• GÁLVEZ, FÉLIX “Reniega” – asesinado en Menasalbas en 1939

• GARCÍA GUTIÉRREZ, GREGORIO “El bomba”- asesinado en Menasalbas en 1939

• GÓMEZ SÁNCHEZ-PETRONILA, BENIGNO – asesinado en Menasalbas en 1939

• GÓMEZ SÁNCHEZ, BERNARDINO – asesinado en Menasalbas en 1939

• GÓMEZ SÁNCHEZ, JUAN – asesinado en Menasalbas en 1939.

• GARCÍA UTRILLA, BENITO “El Sereno” – asesinado en Menasalbas en 1939

• GONZÁLEZ TANTE, CESÁREO – asesinado en Menasalbas en 1939

• LEGANITO, ESTEBAN “El Sereno” – asesinado en Menasalbas en 1939

• MEDINA DE LA FUENTE, JOAQUÍN “Carrillogordo” – asesinado en Menasalbas en 1939

• RUIZ GUTIÉRREZ, EUSEBIO “Follones” (hijo) – asesinado en Menasalbas en 1939

• RUIZ DE LA PEÑA, MARIANO “Follones” (padre) – asesinado en Menasalbas en 1939

• RUIZ RAMÍREZ, LADISLAO “El Cazoleta” – asesinado en Menasalbas en 1939

• RUIZ SÁNCHEZ, EMETERIO “El Pajarero” – asesinado en Menasalbas en 1939

• ZARZALEJO JIMÉNEZ, PABLO “Ojochico” – asesinado en Menasalbas en 1939

José María Pedreño subrayó que “los que están en las fosas son lo mejor de España” y recordó que la lucha de los Foros no es una lucha de pasado sino de presente. Hoy el fascismo existe con corbata y chaqueta en las bolsas de Nueva York y Madrid. Es el que roba nuestros derechos y nos condena a esta crisis. Recuperar la Memoria de los que se enfrentaron con los fascistas es una lucha de ahora ya que nos quieren imponer nuevamente el fascismo.” Pedreñó recordó a los actuales socialdemocráticas que muchos socialistas siguen en las fosas.

En la Fosa Nº 1 de Menasalbas han trabajado un total de 70 voluntarios y voluntarias, entre ellas arqueólogos y antropólogos, historiadores, documentalistas, abogados, fotógrafos, periodistas. A lo largo de los últimos días se han acercado vecinos, medios de comunicación y familiares de las víctimas, muchos de los cuales se han desplazado desde otras ciudades y han ayudado a la recomposición histórica de los hechos.

Los trabajos en la fosa se iniciaron después de denuncia ante los juzgados correspondientes de Toledo. La Federación Estatal de Foros por la Memoria viene trabajando desde 2002 por la recuperación de la Memoria individual y colectiva de todas aquellas personas, familias y pueblos, azotados por la represión franquista, aún hoy olvidados.

Este trabajo de Recuperación de la Memoria Histórica en Menasalbas surgió de la colaboración entre la Federación Estatal de Foros por la Memoria y La Gavilla Verde y contó con una subvención del Ministerio de la Presidencia concedida a la Agrupación de Familiares de la Fosa nº 1 de Menasalbas. Cabe destacar que los dueños del terreno donde se encuentra la fosa, han dado generosamente su permiso para poder realizar el trabajo.

En la página www.foroporlamemoria.info se seguirá informando. También se puede disponer de imágenes e información a través de Facebook

A la Brigada de la Fosa de Menasalbas



Pedro A. García Bilbao. Federación Estatal de Foros por la Memoria, 24-07-2010

Discurso en el acto público del 24 de julio de 2010

Si la solidaridad es la ternura de los pueblos, vuestro trabajo colectivo y vuestra entrega personal en esta tarea es una prueba de amor. Se trabaja duro en Menasalbas, bajo un sol de plomo, con una tierra fina, que es puro polvo gris que se agarra a todo y obliga a las mascarillas. Pero no importa, hay voluntad, hay conocimiento de lo que se hace y además se sabe bien porqué se hace.

Nos hemos dado cita aquí personas con distintas ideas y orígenes pero que compartimos valores democráticos profundamente asentados. Para nosotros el antifascismo es indisoluble del compromiso democrático y en los tiempos que corren, cuando la democracia se ve asaltada por los mercados, eufemismo despreciable para referirse al capital financiero que ha declarado acabado el estado social y democrático de derecho que recoge la constitución, el antifascismo consideramos sigue siendo un valor clave, basal, fundamental, para poder orientar la convivencia democrática.

En Menasalbas se ha descubierto la prueba de un crimen, uno más de los que formando plan parte de un plan de exterminio, asolaron España hace ya muchos años, tantos que algunos dicen, cuestionan el sentido de este esfuerzo. Les invito a que vengan y se asomen a lo que vuestro trabajo ha revelado. La impunidad envilece y por ello debe combatirse, estos crímenes deben ser conocidos, denunciados y la impunidad creada a base de muerte y terror debe ser finalmente rota ya de una vez. Es hora de mirar al futuro, sin duda, pero sin que el legado de los verdugos perviva.

El lunes día 20 se inauguró en Toledo el Museo del Ejército y se invitó al acto a un fascista de primera hora, voluntario en la sublevación del Alcazar y voluntario en la guerra de agresión contra la Unión Soviética vistiendo el uniforme de la Vermacht. Mientras el anciano general ve en su vejez como el escenario de su sedición y su traición a España, a la constitución y a las libertades del pueblo, se convierte en un Museo complaciente o equidistante con esos crímenes, a apenas 25 kms, se localizaban los restos de 17 soldados del Ejército Popular Regular de la República Española vilmente asesinados al regresar a sus casas acabada la guerra; teníamos alguna esperanza de respeto a la memoria de los que como ellos lo dieron todo, de respeto a la dignidad democrática de nuestro estado, de respeto a los lucharon y murieron por las libertades de todos los españoles y supieron cumplir con su deber —pues ese debe ser el espíritu que inspire un Museo Militar— , pero la presencia de tan preclaro defensor de la barbarie fascista en un acto público que debiera haber sido una fiesta feliz y de sentido homenaje a los valores democráticos nos ha sumido a muchos en la desolación. ¿Cómo es posible a estas alturas del siglo XXI que se defienda la equidistancia entre víctimas y verdugos, que a estos se les siga homenajeando públicamente y que a las víctimas a lo más que se haya llegado es a permitírseles recoger a sus muertos en actos privados? Nos gustaría celebrar un acto de homenaje en ese Museo del Ejército que todos los españoles hemos dotado con nuestros impuestos, pero sobre todo con la sangre de nuestra historia colectiva, pero visto lo visto tememos que no haya lugar en él para guardar el recuerdo y mostrar el sacrificio de los valientes soldados del Ejercito Popular. El mensaje que ha enviado el Ministerio de Defensa con esa invitación, con las que no ha sabido cursar, y con los contenidos de ese Museo es sencillamente desolador.

En un acto como este un hombre solo puede hablar con el corazón en la mano, y es por eso que digo, que si ese viejo soldado —Gómez de Salazar es su nombre— hubiese deseado venir a este homenaje se habría ganado con ese sencillo gesto nuestro respeto y se le habría tratado con la consideración que me merece todo aquel que tiende la mano y busca la paz, pero me temo que nunca haya existido ni remotamente tal sentimiento. A veces pienso, pues signos sobrados hay que lo atestiguan, que lo único que desea este régimen de la Transición para poder cerrar de una vez esta página de la historia española, es que nos muramos todos, la generación de los nietos y la de los bisnietos, los que todavía podemos atestiguar que el pueblo español fue valiente y tenaz y que supo luchar en la defensa de sus libertades y sus ilusiones.

Lo que si es innegable hoy es que hay muchas personas que saben estar a la altura. Quienes están trabajando en la excavación habéis roto el tabu del silencio sobre esta fosa, pero no sólo sobre ésta que no es más que una de las cientos de fosas que fueron el cimiento de la extraordinaria placidez de la dictadura franquista. Hace muchos años, en miles de pueblos como Menasalbas, en toda España, el terror conquistó la impunidad, se mató cruelmente a quienes podían resistir o dar una explicación y durante décadas los asesinos y sus descendientes impusieron el silencio. En este caso que hoy nos ocupa, en la Menasalbas que un día alegre vio a sus hijos proclamar la República de ciudadanos y que acabó siendo ahogada en sangre, 70 años después, en 2010, pocos se atrevían a pasar por al zona de la fosa. ¿Cómo es posible? Es terrorífico caer en la cuenta de que a trescientos metros de un lugar de paso común casi semanal o diario en un pueblo, haya permanecido oculta en un manto de noche y niebla moral, una fosa con 17 personas asesinadas. Es sencillamente increíble, hay que verlo para creerlo.

Estos días ha habido estupor, sorpresa, miedo incluso, en la gente de Menasalbas, pero cuando se ha podido ver que en quienes han llevado adelante la excavación la principal motivación no es otra que la solidaridad, que el respeto a las víctimas y la defensa de valores democráticos hoy, entroncándolos con los de entonces, cuando se ha podido ver eso, las cosas han ido cambiando. Han venido, estáis aquí, cientos de vecinos, familias y no familias, a nadie se ha preguntado su pensamiento, sólo ciudadanos que se han atrevido a mirar y a comprobar por si mismos aquello de lo que se hablaba o rumoreaba en voz baja o iba cayendo en el olvido pero siempre estuvo ahí. No creo mentir si digo que se han movido muchos corazones estos días. Sabemos que es difícil mirar estas cosas de cara, pero el camino para construir un futuro de paz y libertad pasa por apoyarnos en valores democráticos compartidos y en la condena clara del fascismo. La catársis de estos días era necesaria. Si mirarlo es difícil, gestionarlo también, hay que tener algunas cosas claras. Las autoridades municipales temen que estos actos ofendan o dividan la comunidad. ¿Y mantener una fosa oculta no? Lo diré claro, abrir esta fosa sólo puede molestar u ofender a los que se consideren identificados con los verdugos. Las autoridades democráticas nos representan a todos y tienen la obligación moral de defender las libertades y la constitución, representarnos a todos no implica ceder a los que se ven molestos por la denuncia de los crímenes, representarnos a todos exige justo lo contrario, resistir el chantaje de esos herederos del terror. Constituye quizá esta reacción, estas dudas de algunos, el más claro ejemplo del amargo fruto de la impunidad, que no es otro que la confusión moral y la cobardía de muchos.

También ha habido aquí el miedo difuso que estaba ahí prendido, dentro, en aquellos que fueron niños y supieron que habían matado a sus padres y a quienes nunca nadie explico nada.

Pero no pudieron los asesinos lograr su deseo de olvido. En el corazón de algunos vecinos de Menasalbas, en el de algunos Hijos del Pueblo se mantuvo una resistencia a ultranza a dejarse vencer, en lucha y deseo de verdad, de justicia. Hoy han venido junto a vosotros decenas y decenas de voluntarios y han llevado paz y solidaridad a los vivos, y clamado por justicia para los que cayeron. La bandera Tricolor rompe el viento en Menasalbas.

A vosotros, nuestros camaradas muertos en Menasalbas…

Los soldados del Ejército Popular que fueron asesinados en Menasalbas, son nuestros compañeros, nuestros camaradas. Ellos lucharon por su libertad y también por la nuestra, la de las generaciones futuras. No supimos durante mucho tiempo ni vuestros nombres ni donde estabais, pero siempre tuvimos claro que os encontraríamos y os abrazaríamos en las personas de vuestros hijos y nietos, que os rescataríamos del abismo al que os arrojaron.

Y a todos, bajo la bandera de la República Española, se os dará descanso final, se os honrará como siempre merecisteis, pero sobre todo, vais a vivir en los corazones de los jóvenes y no tan jóvenes que por miles, en esta brigada y otras muchas, están participando en esta tarea.

Luchasteis por una república democrática de trabajadores que se unieron en régimen de libertad y justicia. Fuisteis soldados del pueblo y salisteis valientemente en defensa de vuestras libertades, de ¡vuestros derechos, de los derechos de los trabajadores, de las mujeres, de los niños, de la humanidad entera, pues vuestra lucha fue una lucha universal, solidaria, sin fronteras, lo disteis todo… Pero sobre todo, esa universalidad vuestra era compatible con el amor a vuestra gente, a vuestros hijos, no deseabais que pasasen nunca por la miseria y la explotación que habían sido seculares. Supisteis alzar la voz y pasar a la acción, supisteis responder a la agresión fascista, fuisteis un pueblo orgulloso y combativo.

No os mataron por ser víctimas y no os vamos a recordar como tales, os mataron por ser combatientes y por luchar con valor, los asesinos tenían miedo de vuestro ejemplo, de vuestra tenacidad, de vuestra experiencia. Sólo la traición y la cobardía de otros os pudo derrotar.

Vuestro ejemplo está vivo. No os olvidaremos. Y en esta lucha por lograr la república que no ha acabado todavía, vuestro ejemplo nos acompaña

Camaradas de la Brigada Menasalbas, voluntarias y voluntarios, ciudadanos, con todo mi corazón os digo, gritad conmigo

¡¡¡¡¡Viva la República!!! ¡¡Viva España!!

¡¡¡Viva el Ejército Popular!!!

¡¡Viva la lucha de la clase obrera!

http://dedona.wordpress.com/2010/07/23/discurso-a-la-brigada-de-la-fosa-de-menasalbas-acto-publico-24-julio-de-2010/

jueves, julio 22, 2010

Homenaje a las víctimas del franquismo en la fosa común de Menasalbas (Toledo)



Federación Estatal de Foros por la Memoria

Sábado 24 de Julio, a las 20:00, junto a la fosa común (exterior de la tapia del cementerio)

Información completa en:

http://www.foroporlamemoria.info/2010/07/la-federacion-estatal-de-foros-por-la-memoria-comienza-la-exhumacion-de-una-fosa-comun-en-menasalbas-toledo/

http://www.foroporlamemoria.info/2010/07/recuperados-ya-los-restos-de-16-republicanos-en-menasalbas-toledo/

http://www.facebook.com/group.php?gid=112645952118271

¿Fue el franquismo un fascismo?

Pedro A. García Bilbao. Sociología Crítica, - 21 Julio 2010

He aquí una de las cuestiones más polémicas en las discusiones sobre la naturaleza de la dictadura implantada por la guerra civil española

¿Fue el franquismo un fascismo? He aquí una de las cuestiones más polémicas en las discusiones sobre la naturaleza de la dictadura implantada por la guerra civil española. Buena parte de los acercamientos a este problema vienen con una finalidad ideológica, ideológica en el sentido de justificar o legitimar una impostura, la de que el régimen de Franco fue «necesario» y en última instancia el que construyó las bases sociológicas de la democracia actual «al crear una clase media» en los años sesenta del pasado siglo. Estas dos ideas que califico de impostura están muy extendidas y representan el núcleo del legado fraquista que ha calado en las mentes de muchos españoles. Expuestos al fuego simbólico y cultural de la dictadura durante casi tres generaciones, destruido todo el tejido social de la izquierda, ocupada la calle, el aula, la prensa, las instituciones y hasta la propia vida por un régimen totalitario basado en el nacional-catolicismo, con una represión que llegó a la aniquilación física de cientos de miles, los españoles, incluso los resistentes, han tenido que convivir con las explicaciones que para tanto horror el régimen desarrollo.

El franquismo sociológico lo componen las categorías explicativas de la realidad destiladas por el régimen, transmitidas por osmosis cotidiana a toda la población y que interiorizadas por ésta orientan todavía hoy parte de su conducta o impregnan su explicación de la historia colectiva. La actual batalla por la memoria se produce sobre este campo de lid: la interpretación del pasado como clave para construir el futuro. Pero uno de los problemas del franquismo sociológico consiste en que caló al conjunto de la población hasta lo más profundo: la derrota de la República fue interiorizada por muchos de los republicanos, la generación nacida en la guerra, los niños de los años cuarenta y cincuenta crecieron en un mundo basado en el holocausto de la generación de sus padres, y en la infamia permanente hacia su recuerdo; el pasado republicano y democrático fue anulado, decretado su olvido y demolidos sus restos hasta casi hacerlos desaparecer. Han tenido que pasar 70 años para levantar cabeza y que la lucha por recuperar la memoria colectiva pudiera avanzar significativamente.

Que el franquismo fuera un fascismo significaría que se le asociaría a un concepto político, a una ideología y unos regímenes que fueron abyectos y criminales, pues como abyectos y criminales han pasado a la historia y a la memoria colectiva de los pueblos europeos. No hay exoneración posible para Franco si resultase que fue fascista. La memoria de los crímenes del fascismo es parte de la identidad colectiva de los europeos, existiendo un consenso ciudadano básico en toda Europa que lo condena y hasta combate institucionalmente toda manifestación pública por el nazismo o el fascismo.

Pero el origen de la consideración negativa del fascismo como algo inherente a la identidad democrática de los europeos es algo que arranca tanto de la experiencia vivida de las dictaduras y guerras del pasado como del hecho cierto de que la victoria aliada de 1945 posibilitó educar a la ciudadanía en el recuerdo de los horrores del nazifascismo y sus crímenes. En España, la victoria de Franco en la guerra civil y los largos años de su régimen, por el contrario proscribieron esa interpretación. Sólo los ecos de la derrota nazifascista procedentes del extranjero llevaron a extender en España que esos regímenes fueron criminales y que en sus ideologías latía con claridad la guerra, el racismo y el genocidio de los diferentes. La longevidad del régimen de Franco forzó su adaptación a otros discursos y matices y hasta obras de autoría del propio dictador, como fue el guión de la película «Raza», fueron censurados y reescritos para negar el origen fascista del régimen y —si recogemos su propia autoimáge— reconvertirlo en algo «netamente español, autoritario, duro en ocasiones pero adaptado a la idiosincracia del pueblo hispano». El régimen intentó lavar sus orígenes y negar su pasado, construyendo una historia mítica de sus inicios y de las causas y motivaciones de la Guerra Civil. Una población en estado de shock, golpeada por una guerra y una represión atroz y sometida a un ferreo control ideológico mediante la escuela, el púlpito y la necesidad de sobrevivir cada cada día, acabó por creer realmente que España era diferente, que aquí no hubo fascismo sino «otra cosa» y que los nazis y fascistas italianos que vinieron a combatir a la República eran «menos nazis» o «menos fascistas» que los que combatieron en la Segunda Guerra Mundial.

Pero España no es diferente, ni existe en un mundo aislado, la historia fluyó en España por otros derroteros, eso es todo. Y los Estados Unidos apoyaron al régimen franquista a cambio de concesiones militares y económicas que vulneraron lo más básico de nuestra soberanía nacional y ayudaron a maquillar a los antiguos verdugos y formaron a sus hijos en las escuelas de negocios y las redes empresariales desde 1959, poniendo las bases ideológicas, el software, de la futura transición.

En el marco de la Guerra Fría, los Estados Unidos promovieron un frente de lucha contra el comunismo que incluyó reescribir la historia y hacer olvidar, cuando no negar, la complicidad y claudicaciones de las potencias democráticas (Francia, Inglaterra, Estados Unidos) ante el ascenso del nazismo y el fascismo. Los años de la alianza con la URSS para lograr derrotar a Hitler y el Eje fueron pasados a segundo plano y se desarrollaron planes para influir en el mundo académico, social e intelectual y extender una visión interesada y falsa: comunismo y fascismo como equivalentes. Se trataba de hacer pasar al olvido la responsabilidad de las clases dirigentes occidentales en el ascenso del nazismo, ocultar su apoyo y simpatía iniciales por los nazis y fascistas, pero sobre todo combatir el prestigio de la URSS como campeona de la lucha antifascista, pues ese prestigio era «peligroso» en el contexto de la Guerra Fría. Millones de doláres fueron gastados en reclutar escritores, académicos, intelectuales y periodistas para extender esa «homologación» entre ambas ideologías o sistemas. Nace así la relectura del término «totalitarismo» para identificar con una sola palabra a comunistas y nazis. Nombres eminentes de las ciencias sociales, H. Arendt, I. Berlin, D. Bell y muchos otros, recibieron becas, honores, invitaciones, cursos y estancias académicas en una labor de años y gran coste que lograse reinterpretar los hechos del pasado. Esto incluía redefinir muchos conceptos, olvidar unos, inventar otros, pero sobre todo, controlar el pensamiento controlando el lenguaje, los medios de masas y los sistemas de reproducción del conocimiento como las universidades.

El fascismo y el nazismo estaban grabados a fuego en la vida y las mentes de los europeos como la quintaesencia del horror y era imposible rebajar o transformar esa valoración. Se optó por reducir ambos fenómenos a la categoría de mal demoniaco absoluto y aislarlos de su contexto social de origen y de las complicidades sociales y de clase que posibilitaron la existencia de las dictaduras alemana e italiana. Según esto, Hitler actuó sólo, Mussolini fue un enajenado, si acaso la sociedad de sus naciones se vio fascinada por las imagenes y ensoñaciones y cayeron en un sueño criminal, pero en el que las clases dirigentes europeas nunca tuvieron responsabilidad alguna. Reducido a la condición de mal absoluto y autoreferente, el nazifascismo pasaba a ser una patología psiquiatrica en la que la psicología social era la clave para su explicación y no los intereses de clase y las ideologías de los poderosos que se aprovecharon de su ascenso y pretendieron utilizarles para destruir a la izquierda y, atención, a la URSS.

Si pretendieron mostrar al nazifascismo como una patología psiquiátrica, aislada de conxiones con los viejos poderes y clases, la operación de la Guerra Fría incluía dos pasos más: el segundo fue ocultar celosamente ante la opinión pública el reclutamiento y reciclaje de los antiguos nazis, fascistas y colaboracionistas que podrían ser de utilidad, y en tercer lugar, igualar a comunismo y fascismo. Si se conseguía traspasar al comunismo la carga negativa del fascismo, la batalla cultural de la Guerra Fría podría ganarse.

Si estos eran los términos de la Guerra Fría fuera de las fronteras españolas en los años cincuenta y sesenta, podremos comprender que las oportunidades y el glamour de Franco y su régimen entre sus nuevos protectores imperiales eran grandes. Sometida a una dictadura brutal, fruto de una guerra de aniquilación y con años de sangrienta represión encima, la opinión pública no contaba y estaba además inerme.

Un profesor español, Juan Linz Storch de Gracia recibió en los años cincuenta becas y ayudas para completar sus estudios en Estados Unidos. Esta colaboración académica se realizó en el marco de los planes de la CIA para su estrategia de lucha cultural e ideológica. El profesor Linz cumplió su tarea: sus escritos sobre el totalitarismo y los fascismos son hoy clásicos en las ciencias sociales y concluyente en aspectos clave. El franquismo no fue un régimen fascista según las ciencias sociales escritas al dictado de la Guerra Fría.

Si se hubiera concluido que el franquismo fue un fascismo hubiera resultado que los Estados Unidos apoyaban a un fascista y esto era algo que la lucha de propagandas en la Guerra Fría exigía una contestación. Franco y su régimen eran —así lo explicaban— un régimen «autoritario», «paternalista», nacido de una convulsión «conservadora» de la parte «sana» de la nación ante «el peligro del comunismo» al que la República abocaba a España en una hora difícil. Linz fue el primero de los científicos sociales en defender esta teoría explicativa de la historia de España reciente y de la naturaleza de su régimen. Para la oligarquía que apoyaba a Franco y para las clases sociales poderosas que se beneficiaban de su régimen tal lavado de cara fue una bendición. Tal explicación de la naturaleza del régimen fue asumida por este y transmitida de forma masiva con notable éxito. El mundo nazifascista acabó en 1945 cuando el ejército Rojo tomó Berlín y aquella parte de la historia era agua pasada, el Franquismo y cuanto representaba se adaptaron a la nueva situación y aprovecharon el apoyo norteamericano, pues el capitalismo no necesitaba de la democracia para sobrevivir y un carnicero en Madrid era mucho más útil y funcional para el juego imperial de los Estados Unidos que una España y u pueblo español soberano y dueño de sus destinos.

El régimen de Franco, fosilizado en sus instituciones y en su práctica hasta su misma muerte, vio su recambio garantizado por una curiosa mezcla de hijos de fascistas educados en las escuelas de negocios norteamericanas y alimentados en un liberalismo que no necesitaba de la democracia y era ferozmente anticomunista.

Esta conjunción entre los liberales campeones de la Guerra Fría y los cuadros del «Movimiento Nacional» fue la partera de la Transición política que basada en la desmemoria y el olvido pero, sobre todo, en la impunidad absoluta de quienes participaron de los crímenes fraquistas y se enriquecieron con su régimen, permitió superar el trauma «sucesorio» impuesto por el ciclo biológico vital del dictador.

Un Franco fascista implicaba un régimen apestado, impresentable. Para el mundo de su propia época lo fue precisamente por esa consideración, pero ua vez muerto el dictador la funcionalidad era otra y las clases dirigentes españolas, las mismas que se aprovecharon activa y directamente del dictador, precisaban salir del ostracismo de décadas y retornar al mundo civilizado. Siendo la impunidad una necesidad estructural de la Transición, detalles como la relación fundacional del régimen fraquista con el fascismo y el nazismo y su papel clave durante la guerra civil española tenían por fuerza que ser olvidados.

En realidad. después de treinta años de Transición a lo que asistimos es a que, acabada la escenificación del olvido, entra con fuerza la visión revisionista de la historia. ¿Franco fascista? ¿Nazis en España? No, por favor, no…, el legado revisionista de la Guerra Fría pasa a ocupar su lugar y se denota como algo muy práctico. Puede bastarnos con un ejemplo: el expresidente José María Aznar ha empleado en numerosas ocasiones el apelativo «fascista» como algo negativo, asociado a crimen político, violencia, terror, prácticas antidemocráticas. La palabra forma parte de su actual credo cotidiano. Pero lejos de suponer esto una prueba de conciencia democrática, el uso y empleo del término por parte de la clase política conservadora española es fruto tanto de la desmemoria como de las lecciones de factura neoconservadora procedentes del otro lado del Atlántico. Aznar ha olvidado conscientemente la imagen de su propio padre, Don Manuel Aznar, vestido con el uniforme del partido único, con su camisa azul y corbata negra, con su casaca blanca con las condecoraciones y toda la parafernalia simbólica de la letal variante hispana del fascismo. Las fototecas están ahí, no obstante, y son recuerdo notario del pasado.

Si la discusión sobre la naturaleza del franquismo y su ser o no fascista está llena de ideología, ¿puede imaginarse acaso un acercamiento técnico, más objetivo a la cuestión?

¿Qué nos dice la sociología, la ciencia política, las ciencias sociales, sobre el fascismo y sus encuentros/desencuentros con el franquismo?

Linz empleo años, esfuerzo y muchas páginas para separar el franquismo de los fascismos. Ya vemos en qué contexto y como resultado de qué clima.

El fascismo como epifenómeno, esto es, como realidad geográfica y temporalmente localizada, está perfectamente definido. El Diccionario de la Academia lo hace sucintamente: «Fascismo: Movimiento político y social de carácter totalitario que se produjo en Italia, por iniciativa de Benito Mussolini, después de la Primera Guerra Mundial.», en su primera acepción y en su segunda como la «Doctrina de este partido italiano y de las similares en otros países.»

Entiéndese por fascismo, ciertamente, un fenómeno social surgido en Italia en los años inmediatos a la primera guerra mundial y que se hace con el control del país, liquidando el sistema constitucional desde arriba y desde dentro de las instituciones. Como Credo Político, el fascismo no poseía un corpus estricto, es más, sus fundadores reclamaban su singularidad por no tenerlo y poder así habitar en la contradicción permanente.

El fascismo hemos de describirlo a partir de su práctica, desde sus discursos, desde su conducta, a partir de la cual podemos deducir su sistema de valores.

Variante irracional de la modernidad, reacción contra ella, el fascismo constituye uno de los más depurados monstruos generados en el interior de la sociedad burguesa del siglo XX. Si los valores son los que orientan las conductas, observando éstas podrémos conocer aquellos.

El fascismo niega los valores universales de libertad, igualdad y fraternidad. Niega que haya valores universales para todos los seres humanos y establece categorías entre ellos, algunos, sencillamente, son despojados de su misma humanidad. Es profundamente antidemocrático y hace del antiliberalismo una bandera. La fuerza, la voluntad, la violencia, lo mas primario y básico del ser humano, sus emociones mas primitivas son valoradas por el fascismo: es contradictorio y orgulloso de serlo. Para el fascismo, la idea de que la educación es la clave del progreso humano y de que los seres humanos no están determinados por nacimiento, es un horror. Educación, libre pensamiento, igualdad, universalidad, son objetivos a ser destruidos.

El epifenómeno fascista tuvo esos atributos y otros, pero desapareció como forma de estado capaz de orientar el futuro del mundo con la derrota alemana en 1944-45. Dejó de existir el estado fascista y su recuerdo, decíamos, evoca crímenes, abusos, genocidio, em toda Europa-

Si nos ponemos puristas con la interpretación técnica del fascismo, podremos concluir que el nazismo no fue lo mismo que que el fascismo. Incluso el propio Mussolini tampoco fue completamente fascista: mantuvo la dinastía de Saboya, acabó por pactar con el Vaticano y hasta con las clases parasitarias y atrasadas de la Italia de los años veinte y treinta. Mussolini hubiese sido coherentemente fascista sólo durante los meses de la República Social Italiana basada en Saló (Italia del Norte) y, quizá, poco más.

Hay que tener cuidado con los razonamientos pretendidamente técnicos. El franquismo no fue «el fascismo», algo exclusivamente italiano, pero ¿fue «un fascismo»? Es decir, ¿constituye el fascismo una categoría política? La respuesta a esta última pregunta es claramente sí. El fascismo como fenómeno sociológico, las manifestaciones sociopolíticas del fascismo son reconocibles como un proceso y una práctica con efectos y funcionalidades concretas dentro de la estructura social de una nación sumida en un avatar de este tipo.

El fascismo como tal surgió en la Italia de los años veinte como resultado de una crisis moral y social muy profunda nacida de las contradicciones de la Gran Guerra. Educados en los valores burgueses, embrutecidos en las trincheras por una carnicería sin sentido, muchos veteranos se sintieron completamente desplazados de su vida de origen y de la sociedad que les envío a morir. Se abrió paso un odio profundo hacia la izquierda que negaba los valores patrios por los que habían luchado y muerto en masa y también hacia las oligarquias económicas y los poderes tradicionales a los que tachaban de corruptos y débiles. El fascismo nace de esas contradicciones y muy pronto las clases dirigentes creyeron poder emplear a aquella escoria resentida como fuerza de choque contra la izquierda y frenar cualquier peligro a sus intereses en los convulsos años posteriores a 1918. En el caso alemán, las hienas acabaron por devorar a quienes creyeron poder emplearlas a su servicio. En Italia la situación fue distinta, el fascismo creció y creció tras ser invitado a ocupar el gobierno del estado, llegando a inundar por completo la sociedad. El término «totalitarismo» surgió como un epíteto descriptivo de su discurso y su práctica y aunque el neologismo procede de un socialista italiano, complació a Mussolini y a los otros dictadores que llegaron a emplearlo ufanos y sin temor alguno, algo que contradice los esfuerzos de la Guerra Fría por reescribir la historia. En Italia, decíamos, el fascismo pareció llegar a una simbiosis con los poderes tradicionales y su dominación y ascenso se iba logrando por expansión cuasigaseosa, es decir, ocupando todos los espacios sociales, sin dejar un sólo espacio libre, sin ocupar. No devoró al poder tradicional, no. En Italia lo que ocurrió fue, que el fascismo en el poder, llevó al Estado italiano a participar en una guerra mundial total en la que la derrota sería también total. Puso en peligro al estado tradicional, a las clases dirigentes tradicionales, al asumir el peligro y riesgo de una contienda mundial vista como inútil e injusticada por todos salvo, quizás por el mismo Mussolini. El fascismo como aventurerismo y como aventura arriesgada, tuvo en la historia italiana su epítome. En el caso alemán, el fascismo muestra el peligro del aventurero fanático que lleva el poder, el terror y el sectarismo al extremo, hasta el punto de causar la mayor catástrofe de la historia humana hasta la fecha.

¿Y en España?

A diferencia de otras naciones, en España se instaura un régimen fascista, pues fascista fue su discurso, su apariencia, su estilo y hasta la estructura de su estado, como rsultado de un golpe y una guerra. El golpe contra la República constitucional de 1931 no surgió como un golpe fascista, pues el fascismo español ideológicamente identificable como tal era extraordinariamente débil y no llegó a ser un fenómeno de masas. Fueron militares de ideología reaccionaria, nacional-católica y marcadamente antiliberales y antidemocráticos los que diseñaron un golpe de estado genocida. En ese objetivo, la actuación de los escuadristas fascista tuvo un cometido escueto; en un principio, se les precisó como verdugos vocacionales; en un segundo momento, como carne de cañon en los frentes de batalla y, finalmente, muerto su fundador, el militar que acabó asumiendo los poderes únicos entre los sublevados utilizó los recursos dramáticos del fascismo europeo en su variante española para dotar al teatro del nuevo estado «nacional» de música, letra y atrezzos diversos.

En España, a diferencia de Italia y Alemania, el fascismo y los fascistas estuvieron siempre bajo control del movimiento reaccionario , es decir el viejo sueño de los generales alemanes, o de la monarquía italiana y sus apoyos oligárquicos tradicionales. Fue un fascismo real a la vez que teatral y de quita y pon, que perduró en su tramoya externa hasta 1976, es decir, casi 30 años después de 1945 y la derrota del Eje. Pero estas características históricas no deben hacer olvidar algo terrible. La variante hispana del fascismo, el régimen franquista, gran crisol de reaccionarios católicos, monarquicos tradicionalistas, fascistas estéticos y verdugos vocacionales, fue mucho más letal y mortífero que el original fascismo italiano. En España, el fascismo franquista se instauró mediante un espantoso baño de sangre y construyó la legitimidad de su régimen a través del terror, el trauma de la guerra de la guerra y la represión y la aniquilación de la memoria. Si decir fascismo en Europa es decir muerte, dictadura y represión, decir franquismo es su sinónimo. Sólo la suerte histórica del franquismo, vencedor en su guerra fundacional gracias a la ayuda nazi-fascista, y superviviente con éxito en la Guerra Fría merced a los Estados Unidos, ha llevado a pretender separarlo de sus regímenes homólogos de Hitler y Mussolini, que fueron sus contemporáneos, en los que se inspiró y a los que superó en crueldad para con su propio pueblo, pues para instaurarse tuvo que provocar y mantener una guerra de aniquilación.

El franquismo fue un fascismo funcional. Funcionó como tal, adoptó sus formas y su discurso, sirvió bien a las clases dirigentes aniquilando toda oposición y destruyendo la democracia. En el caso español, el fascismo se hibridó con el catolicismo más reaccionario, la seña de identidad de la comunidad hispana a juicio de los militares golpistas y del propio pensamiento de Primo de Ribera. La variante española del totalitarismo se construyó con una doble cara simultánea: nacional-catolicismo como cemento ideológico de la dictadura y estética fascista. Sólo la herencia de la Guerra Fría que se resiste a desaparecer en la actualidad, mantiene la confusión sobre la naturaleza del franquismo, al que podemos considerar sin equivocarnos como un fascismo…

http://dedona.wordpress.com/2010/07/21/%C2%BFfue-el-franquismo-un-fascismo-pedro-a-garcia-bilbao/

martes, julio 20, 2010

Europa se avergüenza y esconde la simbología franquista de la actual Constitución española

Miguel A.Muga. Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, - 20 Julio 2010

El pasado 27 de junio de 2010 el Parlamento Europeo decidió retirar el ejemplar de la Constitución Monárquica de 1978

EUROPA SE AVERGÜENZA Y ESCONDE LA SIMBOLOGÍA FRANQUISTA DE LA ACTUAL CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

El pasado 27 de junio de 2010 el Parlamento Europeo decidió retirar el ejemplar de la Constitución Monárquica de 1978, que se exponía junto al resto de constituciones europeas. El documento original fue un regalo realizado en 1996 por el propio Congreso de los Diputados de España.

La decisión de la retirada fue adoptada por el Comité Artístico del legislativo europeo al comprobar que los símbolos con los que se aprobó la Carta Magna son los mismos que los utilizados por las instituciones franquistas, como el Águila de San Juan, el yugo y las flechas y el lema “una, grande y libre”.

Como ciudadano europeo exijo, en contra de mis queridos compañeros de ERC en el Parlamento Europeo, quienes solicitaron su retirada, el mantenimiento de la Constitución Española en la exposición permanente de dicha institución. Porque aún estando de acuerdo en que la portada de la Constitución es ofensiva para cualquier demócrata, deja constancia de una realidad incontestable: que los defensores de la transición a la democracia aceptaron sin rechistar que se llevara a cabo dicho proceso, ensalzando y utilizando los símbolos de una dictadura fascista, cruel y asesina. Reconociendo, por otro lado, que el sistema que disfrutamos es heredero directo del Franquismo.

Mi propuesta, desde el derecho de las víctimas a la Verdad como uno de los principios establecidos por Naciones Unidas, es que se mantenga el original expuesto en el Parlamento Europeo para que los ciudadanos tengan conocimiento de los símbolos que los voceros de la transición otorgaron a una supuesta Constitución “democrática”, que impuso al pueblo español la monarquía, la bandera y lo que es peor, el silencio y la impunidad para los crímenes franquistas. Y además, que desde el Parlamento Europeo se solicite al Estado Español una copia de la Constitución Española de 1931, como el texto legítimo y legal que debería representar a todos los españoles.

Que no se esconda la Historia, la historia de nuestra transición y los símbolos que representan el actual sistema político en España, muestra del desprecio que aún persiste hacía las víctimas del Franquismo y hacia todos los defensores de la libertad, la igualdad y la justicia social, que significó la II República.

domingo, julio 18, 2010

La Federación Estatal de Foros por la Memoria comienza la exhumación de una fosa común en Menasalbas (Toledo)


Federación Estatal de Foros por la Memoria, - 14 Julio 2010


El próximo sábado 17 de julio se iniciarán los trabajos de recuperación de una fosa común, donde se espera encontrar los restos de 18 antifascistas asesinados al término de la guerra civil.


El próximo sábado 17 de julio se iniciarán los trabajos de recuperación de una fosa común de la represión franquista en Menasalbas (Toledo) donde se encuentran, al menos, 18 demócratas españoles asesinados en los últimos días de la Guerra Civil. Se trata de la Fosa nº 1, localizada en la parte exterior de la tapia del cementerio.

Este trabajo de Recuperación de la Memoria Histórica, surge de la colaboración entre la Federación Estatal de Foros por la Memoria y La Gavilla Verde y cuenta con una subvención del Ministerio de la Presidencia concedida a la Agrupación de Familiares de la Fosa nº 1 de Menasalbas. Cabe destacar, asimismo la amplia colaboración del Ayuntamiento de San Martín de Montalbán. Por su parte, los dueños del terreno donde se encuentra la fosa, han dado generosamente su permiso para poder realizar el trabajo.

El equipo de trabajo constará de unas 60 personas, entre los que hay arqueólogos y antropólogos, historiadores, documentalistas, abogados, fotógrafos y varias decenas de voluntarios. Estarán presentes voluntarios procedentes de Barcelona, Murcia, Málaga, Córdoba, Huelva, Toledo, Madrid, Segovia, Cuenca, y de Canarias.

El trabajo, que se prevé se prolongue dos semanas, será coordinado por el presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, José María Pedreño.

El sábado día 24 de julio, está previsto realizar un gran homenaje a pie de fosa.

La Federación Estatal de Foros por la Memoria viene trabajando desde 2002 por la recuperación de la Memoria individual y colectiva de todas aquellas personas, familias y pueblos, azotados por la represión franquista, aún hoy olvidados. No se limita, por tanto, a la recuperación de los restos de las personas asesinadas, sino que pretende recuperar valores sociales y políticos de los hombres y mujeres que defendieron la II República frente al franquismo, con el objetivo de que esos valores de igualdad, libertad, solidaridad y justicia social sigan vigentes.

Los crímenes contra la humanidad perpetrados por el régimen franquista nunca fueron perseguidos y los criminales gozan de impunidad. Teniendo en cuenta que el régimen duró hasta 1975, muchos criminales franquistas aún tienen edad suficiente para ser procesados, por lo que la Federación Estatal de Foros por la Memoria entiende que, al igual que la Justicia española persigue crímenes contra la humanidad en otros lugares del mundo, debe hacer lo mismo con los criminales del franquismo. Hay que tener en cuenta que se ha perseguido a criminales contra la humanidad por hechos realizados en otros países en épocas en las que todavía existía la dictadura franquista. El caso de Pinochet es buen ejemplo de ello ya que su dictadura coincide en el tiempo con la de Franco entre 1973 y 1975.

La represión en Menasalbas

La represión franquista en Menasalbas se saldó con la muerte de numerosos vecinos que fueron fusilados en distintos puntos del Estado, muertos en la cárcel a consecuencia de las condiciones inhumanas en las que se encontraban y diez vecinos del pueblo que habían tomado el camino del exilio, fueron internados en campos de exterminio nazis, de los cuales murieron ocho.

Las investigaciones realizadas hasta la fecha nos indican que 18 de estos vecinos fueron asesinados e inhumados en una fosa común colindante a la tapia exterior del cementerio del pueblo. La mayor parte eran vecinos del pueblo, miembros del Ejército Popular de la República, que tras el desmoronamiento del frente a finales de marzo de 1939 regresaban a sus casas y fueron detenidos cuando entraban en Menasalbas, para ser fusilados de manera casi inmediata”.

GUZMÁN MARTÍN, LUCILA asesinada en Toledo en 1936.
• FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, FÉLIX asesinado en Toledo en 1936.
• GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ, DONATO fusilado en Alcalá de Henares en 1940.
• RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ, CESÁREO fusilado en Navahermosa en 1941.
• RUIZ CAMINO, CRUZ fusilado en Navahermosa en 1941.
• DE LA CRUZ MEDINA, CRISANTOS fusilado en Ocaña en 1941.
• CUETO MATEO, FÉLIX fusilado en Ocaña en 1944.
• GALÁN BALMASEDA, JULIÁN fusilado en Ocaña en 1944.
• RUIZ GUTIÉRREZ, NICOLAS fusilado en Ocaña en 1944.
• GONZALEZ SÁNCHEZ, FELIPE fusilado en Toledo en 1940.
• SÁNCHEZ DE LA CRUZ, JUAN fusilado en Toledo en 1940.
• RIEGA RUIZ, FLORENTINO fusilado en Toledo en 1943.
• NEIRA HERNÁNDEZ, FRANCISCO fusilado en Toledo en 940.
• GARCÍA GÁLVEZ, FELIPE fusilado en Toledo en1940.
• MORA APARICIO, GABRIEL muerto en la cárcel de Toledo en 1939.
• GARCÍA GARCIA, EUSEBIO muerto en la cárcel de Toledo en 1941.
• RIOJA GÓMEZ, CELESTINO muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• SÁNCHEZ GUTIÉRREZ, CIPRIANO muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• BERMÚDEZ HERNÁNDEZ, EMILIANO muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• CAMINO GARCÍA, FÉLIX muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• GARCÍA ARROYO, FRANCISCO muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• RUIZ GUTIÉRREZ, JESÚS muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• CRESPO PECES, SERAPIO muerto en la cárcel de Toledo en 1942.
• SÁNCHEZ MORA, ALEJANDRO muerto en la cárcel de Toledo en 1943
• FERNÁNDEZ CÁCERES, JUAN muerto en la cárcel de Toledo en 1947.
• AYUSO CAMINO,JUAN MUERTO 01.01.1942 GUSEN
• MORA FERNANDEZ,CLEMENTE MUERTO 12.01.1942 GUSEN
• RUIZ RODRIGUEZ,ALFREDO MUERTO 15.01.1942 GUSEN
• GUTIERREZ SANCHEZ,JUAN MUERTO 17.01.1942 GUSEN
• DIAZ SANCHEZ,FAUSTINO MUERTO 23.12.1941 GUSEN
• GOMEZ GARCIA,CLAUDIO MUERTO 26.04.1942 GUSEN
• RUIZ GOMEZ,PEDRO MUERTO 26.09.1941 HARTHEIM
• SANCHEZ AZAÑA,FELIX MUERTO 30.04.1942 GUSEN
• GARCÍA GÁLVEZ, MIGUEL fusilado en Menasalbas – Fosa nº 2

Estos son los asesinados que se recuperarán de la Fosa nº 1:

• “Bomba” asesinado en Menasalbas en 1939
• GÓMEZ SÁNCHEZ, BERNARDINO ejecutado en Menasalbas en 1939
• GÓMEZ SÁNCHEZ-PETRONILA, BENIGNO asesinado en Menasalbas en 1939
• GÓMEZ ESPINOSA, FÉLIX “Reniega” asesinado en Menasalbas en 1939
• RUIZ RAMÍREZ, LADISLAO “Cazoleta” asesinado en Menasalbas en 1939
• GONZÁLEZ TANTE, CESÁREO asesinado en Menasalbas en 1939
• CRESPO, LUCIO “El Moreno” asesinado en Menasalbas en 1939
• PATRÓN, “El Hojalatero” asesinado en Menasalbas en 1939
• ZARZALEJO JIMÉNEZ, PABLO “Ojochico” asesinado en Menasalbas en 1939
• RUIZ, EMETERIO “Pajarero” asesinado en Menasalbas en 1939
• MEDINA, JOAQUÍN “Carrillogordo” asesinado en Menasalbas en 1939
• “Follones”, MIGUEL (hijo) asesinado en Menasalbas en 1939
• “Follones”, MARIANO (padre) asesinado en Menasalbas en 1939
• GARCÍA UTRILLA, BENITO “El Sereno” o “Cosme” asesinado en Menasalbas en 1939
• LEGANITO, ESTEBAN “El Sereno” asesinado en Menasalbas en 1939
• ESPINOSA, LUCIO “Polanco” asesinado en Menasalbas en 1939
• GÓMEZ SÁNCHEZ, JUAN asesinado en Menasalbas en 1939.


En la página www.foroporlamemoria.info se irá dando puntualmente cuenta del desarrollo del trabajo y sus resultados a lo largo de los próximos días y en la misma dirección de Internet, se podrá acceder al plano de situación de la fosa para facilitar a los asistentes su perfecta localización y acceso a la misma. También se puede encontrar información adicional sobre la Federación Estatal y su labor.

Asimismo se ha constituido un Grupo de Facebook específico para hacer un seguimiento en tiempo real de los pormenores de la exhumación llamado ”Exhumación Fosa Común de Menasalbas”

lunes, julio 05, 2010

MADRID: Verdad, justicia y Reparación para las víctimas del franquismo


Concentración, Domingo 11 de Julio a las 12 horas, ante las sedes del Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional (Plaza de la Villa de París)



La Transición tenía fecha de caducidad

José Mª Pedreño. Federación Estatal de Foros por la Memoria - 2 Julio 2010

Hoy se hace más necesaria que nunca la ruptura con el franquismo que no se hizo hace 30 años.

Para entender mejor los pactos de la Transición debemos tener en cuenta el contexto internacional en que se produjeron. La política de bloques surgida de la “guerra fría” todavía tenía plena vigencia, posibilitando el consenso y la concertación en medio de una crisis económica derivada de la subida del precio del petróleo en 1973 y el agotamiento político de la dictadura que se había trasformado en un lastre para el desarrollo del capitalismo español. Tenemos que recordar que la reforma política del “régimen” fue acompañada de acuerdos sociales y económicos (“Pactos de la Moncloa”).

La irrupción del neoliberalismo, traído de la mano por los gobiernos de Felipe González y profundizada su introducción por los gobiernos de Aznar, se produce en un contexto de caída y posterior hundimiento del bloque socialista europeo y, por tanto, del final del mundo bipolar existente hasta esos momentos que era, en definitiva, lo que propició la concertación necesaria para intentar construir un estado democrático, social y de derecho. A partir de ese momento el proyecto político, económico y social surgido de la Transición entró en crisis y, en la actualidad, hace aguas por todas partes: desprestigio de la política, desideologización de la izquierda y fortalecimiento ideológico de la derecha – que muestra cada vez más su faz antidemocrática-, corrupción generalizada, la libertad limitada por la propiedad privada, el “dios mercado” dirigiendo nuestras vidas, la justicia al servicio de los poderosos, un modelo de estado obsoleto e incapaz de dar soluciones a las aspiraciones de los distintos pueblos del estado, chantajes constantes de la jerarquía de la Iglesia Católica cuestionando cualquier avance social -al mismo tiempo que salen a la luz múltiples casos de pederastia y escándalos financieros en su seno-, control de la política por los grandes poderes económicos, sustitución de la economía productiva por la economía especulativa, el paro alcanzando cifras históricas, el modelo educativo en crisis, la sanidad cada vez más deteriorada y amenazada por la privatización, la xenofobia y el racismo como ideología frente a la crisis económica, la manipulación informativa como norma, pérdida de derechos sociales y económicos de las clases populares, transformación de servicios públicos en negocios… y un largo etcétera que cada uno podríamos ir agrandando con nuestras aportaciones.

A la vista de esta situación está claro que se ha producido el final de un ciclo histórico en el que se unen una crisis de valores, una crisis ideológica y una crisis económica que, hoy por hoy, sólo padecen las clases populares. El respeto a los derechos sociales y económicos es cada vez más precario mientras que los grandes poderes de siempre ostentan, en estos momentos, la mayor acumulación de capital y de poder político de toda la Historia. La democracia se ha reducido a votar cada cuatro años a representantes que se ponen a las órdenes de los grandes poderes económicos y políticos -tanto de dentro como de fuera-, y dan la espalda a quienes les han elegido. Los derechos políticos, sociales y económicos pactados en la Transición se han ido esfumado hasta llegar casi a la nada.

La llegada a la madurez de la llamada “generación de los nietos”, la pérdida de referentes reales en la izquierda y la destrucción del estado social a la que estamos asistiendo desde hace años -y en paralelo el deterioro del estado de derecho- ha dado como resultado la irrupción de nuevos actores políticos y sociales en un escenario completamente distinto al de 1977. Los viejos actores, argumentando en este nuevo escenario la imposibilidad de anular “La Ley de Amnistía del 77” (contraria al derecho penal internacional y que no sólo amnistiaba a los franquistas, sino que al hacerlo con los demócratas reconocía la legalidad de los tribunales franquistas) y sustituirla por una ley que declare ilegal el franquismo y todos sus actos jurídicos represivos (sería lo suyo: si los tribunales franquistas son declarados ilegales, la amnistía sería innecesaria), transcurridas tres décadas de la misma, confirma que las fuerzas antidemocráticas han avanzado en sus planteamientos ideológicos, y que las fuerzas democráticas, al aferrarse a todas sus renuncias, han retrocedido en los suyos. Hay un nuevo escenario y nuevos actores que entienden que la democracia no tiene porque ser algo inmóvil, que siempre se debe profundizar en ella y que, además, una sociedad democrática debe avanzar hacía mayores cotas de participación, libertad y justicia social.

El inmovilismo, quedarse en el “Espíritu de la Transición”, en los “Pactos de la Moncloa”, en la “Ley de Amnistía de 1977” y en la “Constitución de 1978”, supone un estancamiento que forma parte del origen de la situación actual. El Pueblo español perdió su soberanía con la derrota frente al fascismo y aún no la ha recuperado totalmente, por lo que son los grandes poderes políticos y económicos los que deciden por él. La obligación de la izquierda es luchar para cambiar esta tendencia. Las organizaciones clásicas deben asumir el compromiso histórico de encabezar la resistencia frente al injusto sistema en que vivimos, y si no lo hacen deberían apartarse para que otros puedan construir el instrumento político necesario para hacerlo. La Memoria Histórica debe ser uno de los elementos de construcción de esa resistencia: la tradición de lucha de la izquierda frente al fascismo y la explotación no puede ser dilapidada aferrándose a pactos que otros dejaron de cumplir hace años.

Aún reconociendo que en aquellos momentos la mayoría pensábamos que se conseguía avanzar hacía un imperfecto régimen de libertades, también se dijo que aquello era un punto de partida; transcurridas tres décadas, no sólo no hemos avanzado, sino que estamos en franco retroceso. Se nos explicó que era necesario negociar con los franquistas para conquistar la democracia y, también, que más adelante conseguiríamos nuevas conquistas políticas y sociales, y que se seguiría luchando por aquello a lo que habíamos renunciado en aquellos momentos. Pasado todo este tiempo la izquierda institucional sigue defendiendo, inexplicablemente, todas aquellas renuncias.

Hoy se hace más necesaria que nunca la ruptura con el franquismo que no se hizo hace 30 años. De no hacerlo así, estamos abocados a una situación en la que la tendencia hacía el fin del estado de derecho será imparable.

La tibieza con la que las fuerzas parlamentarias democráticas están actuando, sin atender derechos irrenunciables (Verdad, Justicia, Reconocimiento y Reparación), está permitiendo que los planteamientos ideológicos de las fuerzas antidemocráticas de la derecha española se transformen, poco a poco, en opinión reconocida y asumida como verdad por una buena parte de la sociedad. Podríamos decir –en palabras de Carlos París- que la izquierda institucional padece del llamado “Síndrome de Estocolmo”, es prisionera de sus propias renuncias y ha aceptado, sin más, su situación de derrotada sin que se vislumbre, con claridad, ningún atisbo de rebelión. Aún no ha comprendido que la Transición tenía fecha de caducidad y que ésta ya ha llegado.

jueves, julio 01, 2010

Julio de 1936

Josep Fontana. Público, - 29 Junio 2010

La violencia azul del verano de 1936 resulta ser el mayor crimen colectivo de la historia de España: un crimen contra la humanidad que no tiene amnistía ni perdón

Santos Juliá expone en un artículo publicado en El País el 25 de junio una tesis sobre la naturaleza de la Guerra Civil española que puede resumirse en la frase con que el propio periódico la sintetiza: “Las matanzas en el bando antifranquista durante la Guerra Civil no fueron de los republicanos, sino de los partidarios de una revolución social que, de haber triunfado, también hubiera supuesto el fin de la República”.

La tesis no es nueva. Es la de los sublevados –que pretendían que su objetivo era prevenir una imaginaria insurrección comunista–, la de la carta colectiva de los obispos o la del revisionismo neofranquista de nuestros días. No es de extrañar que la caverna de Intereconomía haya reaccionado con voces de júbilo para celebrar el regreso del hijo pródigo a la verdadera fe.

Tengo demasiado respeto a Santos Juliá como para despachar este asunto de la manera simplista en que lo hace Intereconomía; pero no puedo evitar la expresión de algunas discrepancias. Lo que había en España el 18 de julio de 1936 era un régimen democrático empeñado en una política reformista, definida así en el pacto del Frente Popular: “La República que conciben los partidos republicanos no es una República dirigida por motivos sociales o económicos de clases, sino un régimen de libertad democrática, impulsado por razones de interés público y progreso social”. Los “partidos obreros” habían aceptado estos límites por unas razones que Martínez Barrio expuso claramente en 1937: “El pacto del Frente Popular fue una necesidad política y moral, tanto para los partidos republicanos como para las organizaciones obreras. Advertían aquellos la rápida desintegración de las esencias del régimen y el peligro, cada vez más cercano, de que la Constitución del año 31, violada con reiteración, fuera abolida definitivamente. Los partidos obreros observaban, a su vez, que el terreno legal donde la derecha quería colocarlos les traería desastre idéntico al sufrido por las clases trabajadoras en Alemania y Austria”.

Aunque hablasen de revolución para azuzar los miedos de la derecha, los militares y sus asociados se sublevaron en realidad contra la democracia republicana. Lo dicen sus primeros textos internos, como el de Mola, que proclama: “Es lección histórica, concluyentemente demostrada, la de que los pueblos caen en la decadencia, en la abyección y en su ruina cuando los sistemas de gobierno democrático-parlamentario, cuya levadura esencial son las doctrinas erróneas judeo-masónicas y anarco-marxistas, se han infiltrado en las cumbres del poder”. Lo que debía hacerse era “un corte definitivo, un ataque contrarrevolucionario a fondo”, de modo que en el futuro “nunca debe volverse a fundamentar el Estado ni sobre las bases del sufragio inorgánico, ni sobre el sistema de partidos (…), ni sobre el parlamentarismo infecundo y nocivo”. De forma más expresiva lo decían los militares de su entorno, que, como nos cuenta su secretario en la primera versión de sus recuerdos, sostenían que “hay que echar al carajo toda esta monserga de derechos del hombre, humanitarismo, filantropía y demás tópicos masónicos”, lo que ejemplificaban con “la limpia que hay que hacer en Madrid entre tranviarios, policías, telegrafistas y porteros”.

Cuando se analiza la violencia inicial del levantamiento, se puede ver que se trata sobre todo de asesinatos preventivos, movidos por el deseo de desarticular hasta sus raíces la sociedad republicana. Se mata a alcaldes y concejales, a sindicalistas o a maestros de escuela. ¿Cómo explicar de otro modo el asesinato en los primeros días de tantos maestros de escuela? ¿O el hecho de que hubiese tantas víctimas en provincias que votaban tradicionalmente a las derechas y donde el movimiento había triunfado sin resistencia? No eran víctimas de una guerra civil que no existía aún cuando sus muertes fueron decididas, sino de un proyecto de exterminio colectivo.

En un balance sobre la violencia roja y azul que aparecerá próximamente, José Mª García Márquez ha reconstruido la realidad de los asesinatos del verano de 1936 en la provincia de Sevilla. Se trata de hombres y mujeres que murieron sin dejar rastro, no porque fuesen víctimas de actos incontrolados, sino porque hubo una voluntad deliberada de ocultación. Una de las aportaciones más interesantes de su investigación es la certeza de que las autoridades de la revuelta tenían exacta noticia de cada muerte que se producía.

Esta primera oleada salvaje de los muertos en los descampados y en las cunetas, realizada cuando no había motivo alguno que pudiera legitimarla, es la que revela con más claridad la naturaleza y el sentido de esta violencia fundacional. Después empezó una Guerra Civil que desbordó el proyecto político republicano y dio paso a una situación nueva, en que el análisis de la violencia de ambos bandos debe hacerse sin duda con algunas de las cautelas que preocupan a Santos Juliá. Pero la suposición de que la crisis del proyecto del Frente Popular se hubiese producido de todos modos sin la provocación inicial de la revuelta no aparece justificada por el estudio de lo que ocurrió en la primavera anterior. Y, privada de esta legitimación, la violencia azul del verano de 1936 resulta ser el mayor crimen colectivo de la historia de España: un crimen contra la humanidad que no tiene amnistía ni perdón.

Josep Fontana es historiador

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