miércoles, junio 20, 2012

La Federación Estatal de Foros por la Memoria recibió el premio especial de la Unión de Actores por su labor en la recuperación de la Memoria democrática

Federación Estatal de Foros por la Memoria, - 19 junio 2012



José María Pedreño dedicó el premio a “todos los hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo y fueron represaliados, cuando no asesinados, por ello”
Fotos: Fuen Benavente y Federación Estatal de Foros por la Memoria
Video: Federación estatal de Foros por la Memoria
La Federación Estatal de Foros por la Memoria recibió ayer el premio especial de la Unión de Actores por su labor en la recuperación de la Memoria colectiva democrática.

Al recoger el premio, José María Pedreño, presidente de la Federación, tuvo unas palabras de solidaridad con los mineros en huelga, y para toda la clase trabajadora que está sufriendo el impacto de la crisis y de los recortes.

Pedreño, “como no podía ser de otra manera”, dedicó el premio de la Federación a “todos los hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo y fueron represaliados, cuando no asesinados, por ello”. Además, advirtió que “los responsables de la crisis son los herederos de quienes entonces se sublevaron contra el gobierno legítimo de la República y condenaron a la sociedad española a una guerra y más de 40 años de dictadura y represión.”

El Presidente de la Federación reivindicó la importancia de recurrir a “la Memoria como herramienta para construir un mejor presente y futuro para nuestros hijos y nietos. “Además de exigir Verdad, Justicia y Reparación para las Víctimas del Franquismo, desde la Federación luchamos por recuperar los valores democráticos y de justicia de la Segunda República española.”

La Federación compartió el premio con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y el premio lo recogió Emilio Silva.


viernes, junio 08, 2012

Sobre las mujeres españolas deportadas a campos de concentración nazis

8 junio 2012


Web sobre las mujeres españolas deportadas
CENSO DE MUJERES DEPORTADAS A CAMPO DE CONCENTRACIÓN NAZI.

1. EL CAMINO DE MUCHAS MUEJERES ESPAÑOLAS HACIA LA DEPORTACIÓN

Finalizada la guerra civil española, la gran diáspora de republicanos fue a parar, en su inmensa mayoría, a los campos de concentración del Sur de Francia, ante el recibimiento hostil de las autoridades y de una parte del pueblo francés.

En España, la Ley de Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de 1939, fue la herramienta jurídica utilizada para la dura represión iniciada al final de la guerra y perpetuada durante treinta años hasta la promulgación de las leyes de amnistía de 1969. Aún así, las inhabilitaciones y prohibiciones que imponía esta ley se mantuvieron vigentes contra todos los líderes del exilio republicano hasta la muerte de Franco (1975).

Esta ley fue el principal motivo por el que muchos exiliados no regresaron a España pues en su artículo 2º indicaba como comprendidos en esta sanción los siguientes partidos y agrupaciones: Acción Republicana, Izquierda Republicana, Unión Republicana, Partido Federal, Confederación Nacional del Trabajo, Unión General de Trabajadores, Partido Socialista Obrero, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Sindicalista de Pestaña, Federación Anarquista Ibérica, Partido Nacionalista Vasco, Acción Nacionalista Vasca, Solidaridad de Obreros Vascos, Esquerra Catalana, Partido Galleguista, Partido Obrero de Unificación Marxista, Ateneo Libertario, Socorro Rojo Internacional, Partido Socialista Unificado de Cataluña, Unión de Rabassaíres, Acción Catalana Republicana, Partido Catalanista Republicano, Unión Democrática de Cataluña, Estat Catalá, todas las Logias masónicas y cualesquiera otras entidades, agrupaciones o partidos filiales o de análoga significación a los expresados, previa declaración oficial de hallarse, como los anteriormente relacionados, fuera de ley. Es decir, prácticamente todo aquel que no comulgara con las ideas del nacionalcatolicismo del franquismo.

Representantes del gobierno franquista con la Ley de Responsabilidades Políticas ya promulgada, recorrieron los campos de concentración en Francia (Francia sólo tardo quince días, después del cierre de las fronteras por las tropas franquistas en reconocer el gobierno de Burgos) invitando a los soldados republicanos a volver y prometiendo que ninguno sería perseguido por sus opiniones o por haber pertenecido a alguna organización política. La gran mayoría se negaron aunque, según el historiador Gabriel Jackson, regresaron unas setenta mil personas que, como es sabido, no gozaron de lo prometido.

Los más afortunados pudieron huir a América del Sur, especialmente a México. Otros permanecieron en el Norte de África, o fueron a luchar a la Unión Soviética contra los nazis y otros permanecieron en Francia y vivieron de cerca la ocupación nazi.

Las mujeres españolas que permanecieron en Francia continuaron su lucha contra el fascismo, lo que hizo que conocieran la las zonas más oscuras y terribles del nazifascismo alemán como el campo de concentración de Ravensbrück, por donde pasaron, sufrieron i/o murieron las deportadas que figuran en este censo.

A los campos de la muerte la mayoría de las mujeres llegaron por haber participado en la resistencia, mientras que los hombres podían llegar de diversas maneras. Pucheu ministro del interior de Petain en octubre de 1941 había creado tres nuevas policías: una se encargaba de los judíos, otra la SPEAC anticomunista y la que perseguía a las sociedades secretas como los masones. La mayoría de deportadas españolas fueron a caer en manos de la SPEAC que no era más benévola que la GESTAPO a quien posteriormente fueron entregadas.

A finales de 1938, un Kommando de quinientos deportados en Sachenhausen fue enviado a los alrededores de la pequeña ciudad de Fürstemberg, en Mecklenburg. El convoy se detiene en la orilla de un lago, los alrededores eran unas de tierra casi blanca y tupidos bosques. El viento era borrascoso en este lugar, tan desolado que lo llamaban la “pequeña Siberia Mecklemburgesa”. Los hombres de este Kommando no sabían que iban a construir el campo de mujeres más grande de todo el universo concentracionario nazi.

Ravensbrück llegó a tener cerca de 60.000 mil mujeres en el año 1944. La puerta del campo se abría directamente sobre la plaza de del campo seguida de una avenida donde se hacían las llamadas (apell). Tenía todos los elementos del mundo concentracionario: un gran edificio para las duchas y cocina, despachos del jefe de Seguridad del campo y los vigilantes, los calabozos y bien visible la chimenea del horno crematorio. Todo ello rodeado por un muro. En 1945 se construyeron las cámaras de gas cerca de un pasillo estrecho que tenia las paredes salpicadas de sangre y con agujeros de las balas. Ravensbrück no difería de los otros campos de exterminio. Alrededor del campo se situaron las confortables casas de los SS con sus jardines, los entornos del lago…

Poco a poco el campo se fue extendiendo, se añadieron más barracas, más edificios administrativos y especialmente los talleres de trabajo: principalmente Industriehof y Siemens.

Las primeras que llegaron fueron las alemanas, algunas eran presas comunes pero la mayoría eran antifascistas o pertenecientes a la secta de los Testigos de Jehová. Casi todas las españolas entraron en el año 1944. Ángeles Martínez fue la primera española de la que tenemos constancia, según los datos recopilados para la realización de este censo, en entrar en Ravensbrück. Fue en el año 1942 (quizás por ser hija de españoles nacida en Francia). Aún así, logro sobrevivir al campo.

Como dice Montserrat Roig en su libro “Els catalans als camps nazis”, conviene hacer un poco de memoria, reflexionar sobre estas cifras. No fue un pueblo el que asesinó a otros pueblos. Fue una ideología con el soporte de la gran industria, la que supo aglutinar la parte más fanática, irracional, descontenta y en último término, más débil de este pueblo. Unos industriales culpables, la inhibición de algunos partidos políticos, la falta de visión para detectar las autenticas causas de la pujanza del fascismo, fueron también espoletas que con conciencia o no empujaron este fenómeno.

La industria tuvo un alto grado de implicación ya que las menos deficientes engrosarían los pingues beneficios que los SS sacaban con sus acuerdos pasados con los monopolios, los Ivfarben, los Tissen, los Krup, Siemens, etc, etc.

Desde 1933 a 1939, mas de doscientos mil antifascistas alemanes (hombres y mujeres), fueron condenados a seiscientos mil años de prisión. En total, un millón de alemanes fueron enviados a los campos de concentración. Más de treinta y dos mil adversarios de Hitler fueron condenados a muerte y ejecutados.

http://www.depardocreative.com/web_censo/index.html

Auto de la Sala de lo Militar del Supremo de 30 de marzo de 2012, e Informe de la Fiscalía (Formato PDF)

7 junio 2012

Denegando el recurso de revisión contra la sentencia del Consejo de Guerra de 27-10-1942, por el que se condenó al Dr.Luis Calandre Ibáñez


Auto de la Sala de lo Militar del Supremo de 30 de marzo de 2012

Informe negativo de la Fiscalía


Luis Calandre Ibáñez (Cartagena (Murcia) 26 de mayo de 1890 – Madrid, octubre de 1961), médico, cardiólogo e histólogo español.

Estudió Fisiología en Berlín (1912) y se especializó en cardiología, en la que llegó a tener fama internacional. Fue discípulo de Nicolás Achúcarro (1880 – 1918). En España se le considera el instructor de las técnicas modernas de la cardiología. Se relacionó con figuras como Santiago Ramón y Cajal, Francisco Giner de los Ríos, Cossío, Gustavo Pittaluga Fattorini, etc. Fundó la revista Cardiología y Hematología (1921 – 1936) y dirigió el Laboratorio de Anatomía Microscópica de la Residencia de Estudiantes y el Servicio de Cardiología del Hospital de San José y Santa Adela (1925 – 1933), de Madrid. Co-fundador el 11 de febrero de 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS. En su última etapa fue jefe del Departamento de Cardiología de la Cruz Roja de Madrid.

Fue médico de la Residencia de Estudiantes y la Junta para Ampliación de Estudios le nombró director del Laboratorio de Histología donde desarrolló una gran labor docente. Posteriormente fue nombrado vicepresidente del Comité Central de la Cruz Roja. Durante la Guerra Civil se hizo cargo de los pabellones de la Residencia de Estudiantes para instalar un hospital que respondiese al espíritu que había imperado antes en la Colina de los Chopos, y que fue el Hospital de Guerra de Carabineros. El final de la contienda condenó a Luis Calandre al cruel exilio interior, siendo objeto de persecuciones políticas y sometido a dos procesos sucesivos que incluso le llevaron a prisión. A partir de entonces no volvió a desempeñar cargo oficial alguno y en 1941 fue sancionado por el Colegio de Médicos con privación del ejercicio de su profesión en Madrid durante cinco años. Su especial capacidad para trasladar sus conocimientos facilitó la divulgación de sus escritos, que ocuparon un lugar importante en las publicaciones didácticas de la época y se convirtieron en material imprescindible de consulta. Le interesó en especial el estudio de las arritmias.