jueves, febrero 22, 2007

La compañía de danza Arrieritos vuelve a Madrid con el espectáculo '13 Rosas', un 'homenaje a la memoria histórica'
La compañía de danza Arrieritos presentó hoy en Madrid el espectáculo '13 Rosas', un recorrido por la vida de las 13 mujeres fusiladas el 5 de agosto de 1939 en el madrileño cementerio del Este y cuyo delito había sido pertenecer a las juventudes socialistas. Este 'homenaje a la memoria histórica y al primer pelotón de mujeres fusilados en la Guerra Civil', en palabras del director de la compañía, Florencio Campo, estará en el Teatro de Madrid desde el 24 de febrero hasta el 4 de marzo
'Es una obra basada en un hecho del pasado, y para acercarnos a ese mundo recurrimos a un proceso de investigación y visualizaciones de imágenes de la época. Teníamos claro que no queríamos mostrar este acontecimiento de una manera pretendidamente frívola y dramática', explicó Campo.
'13 Rosas', que ya estuvo en los escenarios madrileños en el año 2005, ha conseguido dos nominaciones en la X edición de los Premios Max de las artes escénicas, que se entregarán el próximo día 16 de abril en Bilbao. Las categorías en las que la obra optará a un galardón serán Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Coreografía
'SER RESPETUOSO'
Elena Santonja y Patricia Torrero son dos de las intérpretes que dan vida a las jóvenes condenadas y también las dos personas a partir de las cuales surgió la idea de adaptar este hecho histórico.
Según Santonja, su intención desde un principio fue la de enseñar 'la vida diaria de estas mujeres, no sólo sus últimos momentos, sin la utilización del drama para hacer llorar'. La intérprete, ante el reto de afrontar un guión que conlleva una fuerte carga política, admitió su intento de 'ser respetuosos y plasmarlo de una forma artística'.
En la misma línea se expresó Campo, para quien 'por encima de hurgar en la herida a través de ideologías y homenajes a grandes eventos', se encontraba la contribución a la petición de Julia Conesa, 'una de las trece rosas: que mi nombre no se borre de la historia'.
A través de la utilización del 'lenguaje del flamenco en un contexto más contemporáneo', la compañía continúa con la fusión de las danzas con otras disciplinas. Según Torrero, no se trata de 'un objetivo inicial, porque sino se convertiría en un hándicap para lo que queremos contar'.
Santonja destacó que 'la necesidad de innovar a través de otros lenguajes, es una necesidad y a la vez una marca nuestra que sale de forma natural'
EMILIO MARTÍNEZ-LÁZARO
Más de veinte personas se han subido ya al escenario para dar vida a las 13 jóvenes, hecho que se justifica por 'no haber podido establecernos como una compañía sólida', destacó el director. 'Es una premisa que nos hemos propuesto, nadie tiene que estar sometido, pero lo que en un principio era un problema, ahora nos encanta, porque mantiene viva la función'.
'De esta manera conseguimos no homogeneizar, hacer que la coreografía esté cargada de compromisos personales y lograr una diversidad tal que hace la función más creíble', subrayó Santonja.
A pesar de coincidir prácticamente con el proyecto cinematográfico homónimo del director Emilio Martínez Lázaro, Campo reconoció 'no haber tenido apenas contacto'. ' Me puse en contacto con él cuando me enteré de su idea porque nosotros ya andábamos a cuestas con lo nuestro. Quería intercambiar opiniones pero al final quedó en nada, aunque creo que vino a ver nuestro montaje'.
El director del Teatro de Madrid, José Manuel Garrido, se mostró 'orgulloso de recuperar esta obra', aunque lamentó 'la mentalidad de algunas personas que consideran extraño apostar por algo que ya se ha estrenado previamente'
Garrido, que todavía está pendiente de recibir una nueva concesión administrativa para, a través de su empresa Artibus, poder seguir contando un año más con la dirección del teatro madrileño, recordó su intención de 'seguir como si trabajásemos para el 2024'.
Terra Actualidad - Europa Press
Asociaciones se concentrarán en Madrid para explicar su desacuerdo con la Ley
Varias asociaciones que trabajan por una Ley de Memoria Histórica Justa y Digna se concentrarán el 24 de febrero en la plaza de Oriente de Madrid con el lema 'La impunidad del franquismo. No a las leyes de punto final', para explicar por qué no están de acuerdo con algunos puntos de la Ley.
Representantes de varios colectivos de Castilla y León, Cantabria, Asturias, País Vaco y Madrid se reunieron hoy en Valladolid, donde acordaron exigir al Gobierno que modifique la Ley de Memoria Histórica antes de su debate en el Congreso de los Diputados.La portavoz de la Plataforma en Valladolid, Orosia Castán, pidió al Gobierno que 'se atenga a las leyes internacionales que dicen que son los Estados los que deben actuar en los casos en los que se presuma que hay crímenes contra la humanidad, cual es el caso'.
'La Ley no satisface a ninguno de los grupos que estamos trabajando en la memoria histórica, porque no recoge cuestiones de base fundamental que nos parecen innegociables, por ejemplo la declaración de ilegitimidad del régimen franquista, porque se asienta sobre un golpe de Estado', señaló Castán en declaraciones a los periodistas
La portavoz de la Plataforma en Valladolid anunció que se va a elaborar un documento base que aglutine a todos los grupos y que se entregará a los delegados de Gobierno de las Comunidades cuyas asociaciones participaron en la reunión.
En el documento se pide que 'se condene el golpe de estado del 36, que se retire la simbología franquista y que se prohíba su apología, que se anulen los procedimientos y sentencias emanados de ese régimen y que el Estado asuma sus obligaciones en relación con los crímenes contra la humanidad', según indicó Castán.Por su parte, el presidente de la Federación Estatal de Foros de la Memoria Histórica, José María Pedreño, consideró que 'la ley que ha preparado el Gobierno no ve las cosas desde la equidistancia e iguala las personas que dieron el golpe de estado con la víctimas'.
Terra Actualidad - EFE

lunes, febrero 19, 2007


Cía Anda Jaleo (Francia) "Amurallé puertas y ventanas

Este espectáculo recoge la memoria de varias mujeres exiliadas en Francia tras la guerra civil española.
El texto de la obra está escrito a partir del testimonio directo de sus recuerdos de infancia y juventud bajo la amenaza de la dictadura franquista.

Entrevista: Philippe Cardon, Frédéric Joannès y Mathilde Ménager
Idea y texto: Frédéric Joannès y Mathilde Ménager
Dirección: Frédéric Joannès
Intérpretes: Mathilde Ménager y Frédéric Joannès
Iluminación: Henry Casalta

del 8 hasta al 31 de marzo, a las 21:00 h
los Jueves, Viernes y Sábados , en el teatro El Montacargas,
C/ Antillón, 19 - 28011 Madrid - información y reservas: 91.526.11.73.-Fax: 91.463.22.07.
elmontacargas@yahoo.es Metro PUERTA DEL ANGEL (linea 6), Bus: 31, 33, 36, 39, 65
Contacto Cía Anda Jaleo: andajaleo@voila.fr - www.andajaleo.org - 65.226.52.34 - 66.371.44.27

viernes, febrero 16, 2007

Anulan una condena franquista del 1937

El Supremo anula por primera vez una condena a muerte del franquismo
20MINUTOS.ES. 16.02.2007 - 09:22h
El republicano Ricardo Puente fue condenado a muerte en 1937.
Finalmente la pena le fue conmutada por prisión.
El martes, el Alto Tribunal decide sobre el caso Puig Antich.
La sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) acordó anular una condena franquista de 1937, en la que un republicano que dirigió Radio Málaga, Ricardo Puente Rodríguez, fue condenado a la pena de muerte, que posteriormente le fue conmutada por prisión.
Puente fue condenado por las interferencias hechas en la mañana del día 18 de julio para que no pudiera oírse en esta ciudad las emisoras del norte de África
Según fuentes del Alto Tribunal citadas por El Mundo, el pleno de la sala de lo Militar tomó esta decisión por unanimidad.
El pasado mes de octubre el TS autorizó la revisión de este caso, lo que había reclamado el hijo de Puente Rodríguez.
La Fiscalía respaldó entonces la autorización de la revisión una vez que llegaron al Supremo los documentos originales de las dos causas que se tramitaron contra Puente, la que fue juzgada en abril de 1937 por un Consejo de Guerra que le absolvió y la tramitada cuatro meses después por la que fue condenado por un delito de rebelión militar.
La condena a la pena de muerte se justificó por "la propaganda antes y durante el Movimiento hecha en la estación de radio EAJ-9, de su propiedad" y por "las interferencias hechas en la mañana del día 18 de julio para que no pudiera oírse en esta ciudad las emisoras del norte de África adictas en aquellas horas al Movimiento Nacional".
Esta anulación se produce poco después de que el Alto Tribunal denegara a los descendientes de los anarquistas Joaquín Delgado y Francisco Granado la autorización preceptiva para formalizar el recurso de revisión y pocos días antes de la deliberación sobre el caso Puig Antich, prevista para el próximo martes.

domingo, febrero 04, 2007

Un buen paso para una justa "Memoria Histórica"

El magistrado del Tribunal Supremo Jose Antonio Martín Pallín, solicitó hoy, durante una conferencia impartida en Valladolid en apoyo a la plataforma por una ley de la Memoria Histórica Justa y Digna, la nulidad de los juicios de la época franquista "porque no se ajustaban al derecho internacional ni a la constitución del año 1931".

El magistrado aseguró que en estos procesos "se cometió un atropello, ya que muchas de las sentencias de muerte se decidieron de forma caprichosa, según el humor del día".

Martín Pallín indicó que, aún en el supuesto de que la Constitución de 1978 no tuviera carácter retroactivo en materia de derechos humanos, habría que considerar la violación de la Constitución republicana, que fue anulada con el golpe de Estado de Franco.

Martín Pallín consideró que la adopción de esta medida supondría "la verdadera reconciliación nacional", además de un beneficio para toda la sociedad "incluidos los partidarios del franquismo, que al final se verán liberados".

Durante la transición se perdonó demasiado a los fascistas, y que de lo que tienen miedo es de que ahora se juzgue a todos aquellos a los que hicieron daño a los Republicanos. Si ellos piensan de esa manera, vuelven a cometer una injusticia, ya que, lo único que quieren los familiares y simpatizantes de los Republicanos es que el país reconozca las atrocidades que se hicieron durante la dictadura y se haga justicia con cada una de las personas que la sufrieron, anulando de un organismo público el nombre de "culpable" por haber luchado y apoyado la legitimidad de la República ¿De que puede ser culpable por esto?

Aunque tambien he de decir que sería totalmente justificable se que juzgara a todos los que apoyaron esa dictadura e hicieron sufrir a tanta gente, y sin embargo siguen chupando del bote a costa del dinero de los españoles.

Espero que algun día se haga justicia por la memoria de los republicanos y por la idea de luchar por lo justo en nuestro país. Y no es justo que se tenga que demostrar y avivar más las heridas de los republicanos cuando no tienen un merecido reconocimiento y se les iguala al bando de los "vencedores", que tuvieron reconocimientos durante 40 años y ahora en esta nuestra "democracia" gobernada por el sucesor de franco.
¡Salud y República!

sábado, febrero 03, 2007

Recuperando la historia

noticia del pais 3/02/2007
"Queridos padres: una vez en capilla para ser ejecutado..."
Una investigación permite identificar a 850 republicanos fusilados y enterrados entre 1937 y 1948 en una fosa común en Santander
Por fin llegó la hora fatal en que se va a cumplir una sentencia dictada por la incomprensión. Te escribo unas horas antes de dejar de existir, no para pedirte mis últimos deseos referentes a nuestros queridísimos hijos, ni para recordarte tantas y tantas ilusiones como quedan truncadas con mi muerte; te escribo para que sepas que en estos fatales momentos, mis recuerdos van hacia vosotros, seres tan queridos a quienes no besaré más, a quienes no veré jamás. Estoy con ánimos. Nunca se miró a la muerte con tanta valentía como cuando se la tiene tan cerca".
El autor de estas líneas es Ángel Martínez Ros, un cortador de vidrio, fundador del Partido Socialista en Renedo de Piélagos, sindicalista, natural de Mataporquera (Cantabria) y de 31 años. Están escritas horas antes de ser fusilado en la tapia del cementerio de Ciriego (Santander), el 30 de noviembre de 1939. Un año y nueve meses antes había sido condenado a muerte por ser "propagador de ideas marxistas" y "organizador de asociaciones extremistas", según consta en el archivo militar de A Coruña.
Durante los últimos 67 años, Ángel Martínez Ros ha sido un "desconocido". Así es como figuraban en el registro del cementerio de Ciriego los 850 republicanos que fueron fusilados en la misma tapia y enterrados en las mismas fosas, unos sobre otros, durante 11 años, desde agosto de 1937 hasta abril de 1948, la época de la mayor represión franquista y los juicios sumarísimos. El Ayuntamiento de Santander acaba de comprometerse a inscribir sus nombres en un anexo del registro. "A partir de ahora, si alguien cree que algún familiar suyo fue fusilado y enterrado aquí puede consultar el registro y comprobar si está en el archivo", explica Samuel Ruiz, concejal del Ayuntamiento responsable del cementerio.
El hombre que ha conseguido ponerles nombre se llama Antonio Ontañón. Es el presidente de la asociación Héroes de la República y ha invertido en este bautismo póstumo más de 20 años, desde que se jubiló como empleado de banca. "Era tremendamente injusto. Como si los hubieran matado dos veces. La primera, con una bala, y la segunda, quitándoles su identidad. Estoy muy satisfecho de que por fin puedan figurar en el registro", explica.
Para averiguar quiénes eran y cerciorarse de dónde estaban, Ontañón ha cotejado los archivos de la prisión provincial de Santander con los del cementerio de Ciriego; los partes de salida de los presos republicanos condenados a muerte con el parte diario de entrada de "desconocidos" en el cementerio municipal. Así hasta 850 nombres. Todos "rescatados del olvido", título de un libro de casi 500 páginas donde Ontañón comparte con los lectores 20 años dedicados a consultar archivos y recabar testimonios.
Ángel Martínez Ros tenía aquel 30 de noviembre de 1939 tres hijos, uno de ellos, recién nacido. Su mujer, Pilar Landáburu, fallecida hace tres años, no volvió a hablar de su marido en mucho tiempo y tardó cerca de 30 años en enseñar aquella carta de despedida. "Prefirió que sus hijos supieran lo menos posible para que no dijeran nada en el pueblo y no se metieran en líos. Por eso mi madre apenas sabe nada de su padre. A mi abuela le costaba mucho hablar de ello, tenía el caparazón muy gordo y mucho miedo todavía. Con 15 o 16 años me entró la curiosidad y empecé a preguntarle por mi abuelo. Cuando cumplí 20 y después de mucho insistir, conseguí que me enseñara las cartas. Empecé por la de la despedida y tuve que parar de leer. Me impresionó", relata Dolores Puente, nieta de Ángel Martínez Ros.
La investigación de Ontañón ha permitido que otras familias desempolvasen otras cartas, cientos de historias parecidas. "Queridísimos padres, hermanos y demás familia: Muero con toda tranquilidad, igualmente que 16 compañeros que se encuentran conmigo. Yo les pido de todo corazón que tengan resignación y no se aflijan por nada. Se lo pido en mis últimos momentos y si no lo hacen así no cumplirán mi última súplica", escribe José Manuel Marcano Cobián, fusilado el 28 de agosto de 1940, a los 23 años. "Piensa y vive sólo para la nena. Mi querida mujer del alma, no quiero ni una lágrima por mi gloriosa muerte. Todo tu sufrimiento cámbialo en amor a mi preciosa hija. Estoy tranquilo y no tengo miedo", afirma Emilio Fernández el día de su fusilamiento, el 26 de noviembre de 1937.
Todas las cartas están escritas en la capilla de la prisión provincial de Santander y sus autores saben que son las últimas que van a escribir. Cuidando la caligrafía y con una entereza insólita en tales circunstancias, los reos se despiden de sus familiares haciendo inventario de lo que guardan en los bolsillos e intentando ser prácticos: "Julián me debe 1.900 pesetas. Benita me debe 1.300. Dejo el cuero, el reloj, una cartera, 180 pesetas en billetes de diez pesetas, una libreta del Banco Mercantil con 1.500...", enumera Julio Prada, fusilado el 16 de mayo de 1938.
Hoy, en el cementerio de Ciriego, hay nueve monolitos con los nombres de los ejecutados, levantados y financiados por una colecta de la asociación Héroes de la República. "Mi abuela se emocionó mucho el día que levantaron el monolito con el nombre de mi abuelo. Saber el sitio donde estaba enterrado fue como un sueño para ella. Siempre temió que estuviera aquí, y solía tirar flores por encima de la tapia, pero hasta la investigación de Ontañón no estuvo segura. Murió poco después", recuerda la nieta de Ángel Martínez.
Los familiares de los ejecutados pueden ir ahora al cementerio a leer los nombres de sus parientes, pero algunos todavía sienten que les falta algo. Se han recuperado los nombres, pero no los cuerpos. "¿Nunca podremos sacarle de la fosa? ¿Y con el ADN no se puede hacer?, insiste Carmina, de 70 años, hija de Felipe Abelleira, un militar republicano fusilado el 21 de abril de 1939, a los 37 años. "Me hubiese gustado enterrarlo con mi madre", lamenta.
"Les ejecutaban y les echaban a la zanja con una carretilla. Son muchos y están mezclados unos con otros. El nieto de uno de los fusilados apareció un día en mi casa con medio millón de pesetas para que exhumara la fosa. Cuando le dije que en esa misma zanja había otros 107 y que era imposible, se decepcionó muchísimo", recuerda Ontañón. "Sé que es imposible recuperar el cuerpo de mi abuelo y además creo que con quien mejor está es con sus compañeros", concluye Dolores Puente. Lo mismo piensa Carmen Zapata, sobrina de Matilde Zapata, periodista republicana, fusilada el 28 de junio de 1936 a los 32 años.
En cualquier caso, todos los familiares agradecen tener un lugar. "Tenía poco más de dos años cuando mi madre fue a llevarle a mi padre una tortilla a la cárcel y le dijeron que lo habían matado. Todo lo que sé de él es por lo que me han contado, pero cuando Antonio [Ontañón] me llamó y me dijo que sabía dónde estaba, me emocioné. Averiguar dónde está mi padre ha sido la alegría de mi vida", asegura Carmina Abelleira 68 años después.