Un escueto y tardío ejercicio de Memoria Histórica
por Félix Población (Diario del Aire)
jueves 14 de diciembre de 2006
Don Joan Herrera, diputado por Izquierda Unida, ha sido muy oportuno con la mención del caso Garzón/Pinochet en vísperas del primer debate que tendrá lugar hoy en el Congreso sobre el proyecto de ley para la reparación de las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura: En 1998, cuando Garzón perseguía a Pinochet, mucha gente en la izquierda española dijo que eso desequilibraría a Chile, pero lo que logró fue reforzar la democracia en Chile. Cuando quieres dar un paso adelante hay resistencias, pero eso permite unas raíces democráticas más fuertes.
También se refirió el señor diputado a la sociedad española como la más desmemoriada de Europa, pues a lo largo de estos casi tres decenios desde la aprobación de la vigente Constitución, sigue siendo una laguna flagrante entre las jóvenes generaciones de escolares el conocimiento de lo que representó el antifranquismo como resistencia a la dictadura y en pro de la recuperación de las libertades. Entre los estudiantes se conocen mejor los crímenes de Pinochet que los de Franco, asegura el señor Herrera y así es efectivamente.
Para el Partido Popular, esta ley va contra el pacto que supuso la transición política y al que sin duda se debe esa desmemoria a la que se refiere don Joan. En esos años, con tal de sacar adelante el proyecto de una España democrática y en concordia, la izquierda evitó tocar el pasado represivo del franquismo, sobre cuya incidencia sólo ahora se ha redactado un proyecto legislativo reparador que Izquierda Unida considera ampuloso en su título y raquítico en su contenido.
Para IU-ICV es irrenunciable en una ley de estas características la nulidad de pleno derecho de las sentencias dictadas en consejos de guerra por el Tribunal de Orden Público, por los tribunales de responsabilidades políticas y por el Tribunal Especial de la Represión de la Masonería y el Comunismo en España.
Precisamente tuvo lugar ayer en Salamanca, donde tiene su sede el Archivo de la Guerra Civil –centro en el que está localizada la mayor parte de la documentación sobre la represión franquista-, un acto de homenaje a los profesores y estudiantes de la Universidad represaliados por la Dictadura. Bajo el lema No pudimos decir ayer, en alusión de la frase que dijera otro represaliado de la vieja Inquisición (fray Luis de León), la convocatoria -tan tardía como la propia ley de la Memoria Histórica- repara la injusticia y el olvido infringidos a una cuarta parte del profesorado universitario de esa ciudad. En palabras del señor rector, don Enrique Battaner, ese olvido supondría manipular la memoria al premiar la violencia y castigar con el silencio a quienes defendieron los ideales de democracia.
Don Miguel de Unamuno, rector de la Universidad en 1936, falleció en su casa bajo reclusión domiciliario tras su enfrentamiento con el general Millán Astray, a quien le dirigió la conocida frase Venceréis pero no convenceréis. Don Casto Prieto Carrasco, alcalde de la ciudad y decano de la Facultad de Medicina, fue fusilado a los pocos días del golpe militar. Con este caso, como con los de muchos miles de víctimas más, la ley de la Memoria Histórica se va a quedar, en efecto, muy raquítica de contenido y muy corta en el desagravio.
Diario del Aire