Descifran el ADN de los cinco fusilados de Celorio
El Foro por la Memoria del Oriente reclama colocar un monolito en el lugar. El documental sobre todo el trabajo realizado se mostrará mañana al público.
Han sido siete meses de espera, pero por fin ayer los familiares de los cinco fusilados de Celorio supieron cuales eran los restos de sus seres queridos. Los análisis del ADN realizados por la policía científica en los laboratorios de Madrid han permitido concluir una labor que arrastra más de un año de investigaciones por parte del Foro por la Memoria del Oriente de Asturias.
Los integrantes de la entidad, no dan aún el trabajo de la fosa común, ubicada en el pueblo de Turanzas en la que se encontraron los cuerpos, por zanjado. Además de faltar el informe del forense, el Foro reclama un monolito como homenaje a las víctimas y permanece a la espera de la respuesta del ayuntamiento llanisco para llevar a cabo el proyecto que le presentaron hace tiempo. Creen que hasta que no se realice el debate sobre la ley de la memoria histórica, contra la que se posicionan, no tendrán contestación pero defienden ese recuerdo sobre el lugar en el que reposaron durante tanto tiempo "porque los cinco lo merecían". Apoyándose en los parámetros de Amnistía Internacional y el Equipo Nizkor que defienden que "los crímenes contra la humanidad perpetrados por el franquismo no prescriben y debe aplicarse la legislación internacional", el Foro seguirá luchando por la memoria de los "muertos por los fascistas que no pueden quedar impunes".
HACE 69 AÑOS La fecha que habían previsto para realizar el homenaje y la colocación del monolito era la de hoy. "Justo hace 69 años que les asesinaron", recuerdan. En la tarde del 24 de noviembre de 1.937. De momento, tendrán que esperar, al igual que los familiares de las víctimas, que emocionados transmitieron su agradecimiento al foro por todo el trabajo realizado. Hoy mismo darán sepultura a los restos utilizados para las pruebas de ADN y pondrán punto y final al deseo de toda una vida por recuperarlos y cerciorarse de lo que durante años fue un gran misterio para ellos, sin resolver.
Pedro Francisco Sánchez Lledías tenía una hija y 40 años de edad cuando murió. Rogelio Prieto Cué ocho hijos y 35 años. Alberto Crespo Martínez; tan sólo 22 años. Ricardo Artasanchez Prieto, 33 y Arturo Cué Rozada, sacristán del pueblo, 24. De sus verdugos, se sabe que eran vecinos conocidos por ellos mismos del bando falangista. Terminaron con su vida con varios tiros. Los casquillos de bala aparecieron junto a los restos de los republicanos.
Ellos son sólo cinco de los cientos de republicanos que el Foro calcula, siguen enterrados en fosas comunes por la zona. En la actualidad trabajan en varias fosas ubicadas concretamente en el concejo de Cabrales y en Cangas de Onís. "Precisamente dos hermanos se encuentran uno en cada una", comenta la vicepresidenta del Foro, Ana Ordóñez. Por todas esas víctimas y por todas las que quedan por desenterrar, la entidad seguirá trabajando. Por recuperar la Memoria Histórica de verdad.